viernes, 28 de noviembre de 2008

mor...

desde tu llegada...

Grita maldita nostalgia
Haz de mi un valor inocuo
Rompe mi mejilla en aliento
y traer de vuelta un dolor
Mas no podrás quitarme
Su calido abrazo

Lléname de él al respirar
Y profana mi cuerpo como lo hacen sus manos
No podrás luchar en su contra
Ni el más grande esfuerzo
Ni la mayor de las fuerzas
Hará de nosotros alejarnos

Grita, llora, enójate, trata de golpearme
Y la mayor de las sorpresas te llevaras a la tumba
Es de ahora donde nada
ni tu maldita nostalgia
ocupará mayor lugar que él

es ahora él, es ahora tiempo de lira
es ahora y siempre.

martes, 21 de octubre de 2008

limites de la paciencia

Recordando locos...

Y bien, aquí estamos otra vez (mi frase cliché)
Nace otro tema que no se puede dejar de lado, cuando solo somos oído, pero a la vez tratamos de entender la situación. Tras una llamada de mi amigo especial Claudio, me llega más material para plantear, preguntar y tratar de resolver, esas cosas que me encantan, esta vez esas malditas relaciones que todos tenemos alguna vez, estoy hablando de aquellas donde nos cuesta escapar una vez que todo sale de control, “locos, locuras, sin final…”
Khalil Gibran uno de mis favoritos en sus pensamientos y escrito nos habla de locos y relaciones, de cómo nos volvemos locos, filosóficamente hablando claro, y la verdad al fin y al cabo solo nos habla que realmente el loco no es loco hasta que descubre que las mascaras que construyo por mucho tiempo se perdieron y por esto descubre su locura, es extraño, pero si realmente lo analizamos es la mejor forma de darse cuenta que nosotros mismos confeccionamos problemas.

Claudio me ayudo un poco a recordar y desenvolverme en un papel ¿Cuántas veces tenemos que volver a lo mismo? ¿Cómo hacemos entender a alguien que ya no pertenece a nuestro presente, pero sin embargo nos trae de vuelta a nuestro pasado?
Al pasar del tiempo siempre tenemos de todo tipo de relaciones, las que se recuerdan, incluyendo buenas y malas, las que son especiales, el primer beso, la que no pudo ser y la más temida y poco agradable, la desastrosa, la historia sin fin que por lo demás mucha gente le teme por lo que contó el amigo, o lo vio en alguna oportunidad de algún desconocido, pero la verdad es que experiencia o no, si no lo vives no lo entiendes.
Ese tipo de relación enfermiza donde una de las partes termina sacando lo peor de la otra y es ahí donde se conoce el límite que a todos nos asusta, por que muchos deben entender que en un principio todo es normal, amor por aquí, promesas por allá, pero cuando empiezan a desvanecer los momentos buenos es cuando realmente comienza lo real, el más espero mi verdadero yo, más la suma de voz alta, euforia, adicciones, aficiones, etc. Y mientras esto comienza uno piensa que debe ser normal del proceso de conocerse que será por un pequeño lapsus de tiempo, ecepto cuando se comete el primer error y la clásica disculpa… “lo siento te juro que no sé que pasó, te prometo que no volverá a suceder” a ver, veamos, un golpe, una vergüenza, un inconciencia y una vez perdonado y creyendo que no sucederá otra vez empieza la enfermedad, costumbre, el circulo vicioso del que siempre piensa que va a pasar, nos adaptamos y seguimos con la persona, pero como todo tiene una límite y más aún nuestra querida paciencia.

Por lo general estas personas logran sacar lo peor de la otra y aun sigue siendo poco para ellos no es nada (disfrutan viendo eso), sino para uno que logra conocer sus límites y conocerse provocando un miedo intenso y perdurador, por la sencilla razón que a pesar de que la relación tóxica termine, el miedo ronda cada vez que intentamos re hacer nuestras vidas, volvemos a cuestionarnos, dando vueltas en el asunto, ¿Podré?, ¿Será esta vez?, ¿Valdrá la pena? Y mientras pasa el tiempo y vamos adquiriendo experiencias, eso que tanto nos golpeo, sigue dentro y seguirá hasta no encontrar el momento indicado para cerrar tan espeluznante capitulo que enveneno nuestras vidas .
¿Hay solución?, a mi parecer huellas como esas, no son como caminar en la arena, más bien es como caminar por una calle recién pavimentada quedando marcada por mucho tiempo, y mientras no se vuelva a reparar no habrá mejor estadía, me refiero a que solo puede repararse si logramos encontrar nuevamente la mejor herramienta confianza, valor y respeto, y por sobre todo que amor hay en algún lado, por que si nos seguimos negando, aquella calle seguirá con esas huellas y quizás muchas más, por que siempre estará el miedo de volver a caer en un error de aquellos, donde uno es loco y el otro el coleccionista de mascaras, por que si se trata de tiempo de alguna u otra forma en nuestra inconciencia vuelve siempre a golpearnos, La famosa sin fin que aun que digamos que nos hace mal tarde temprano nos hace caer.

Espacio Clasifcado

Momentos van y vienen como viento de invierno y entre esos momentos están las situaciones especiales que todos algunas vez queremos que no se vallan tan rápido.
Sé que por lo general escribo de relaciones, pero es inevitable poner atención a estas cosas que nunca pasan de moda.
Nosotras las mujeres siempre guardamos una prenda de ropa por que sabemos que algún día la volveremos a usar, o volverán a traernos de vuelta algún momento en que estuvo presente, esto es lo mismo que hacemos con una relación a menos que no este rota o fea, no la desechamos por nada, mantenemos aun que sea un gran recuerdo para que con el futuro podamos volver a usarlo.

Cuando clasificamos nos encargamos de guardar lo mejor, el resto simplemente se regala o se vota, por lo general lo regalamos o entregamos a alguien más. Mi madre siempre nos ha enseñado a mi hermana y a mi que lo que esta ocupando espacio o que simplemente ya no ocupamos hay que regalarlo y creo que yo he aprendido muy bien de eso, no solamente por las prendas de vestir si no, por lo que sobra en mi vida y en cada relación que he tenido.
Nunca voy a olvidar lo mucho que valore un jeans que tuve por más de 8 años, siempre pensando en que algún día volvería a tener la figura de los 15 años, pero díganme que mujer no lo ha hecho, luego de tenerlo y mirarlo ahí guardado tratando de probármelo y ver que no había caso con el cierre que no iba a subir me resigne y lo regale, no por haber perdido las esperanzas de bajar de peso, sino por que alguien tenía que tener la oportunidad de tenerlo y usarlo, una necesidad de alguien que además yo debía tener.
Es tan bueno cuando pasa el tiempo y te das cuenta que valió la pena regalar algo que tanto querías, pero que al final tiene su recompensa y es mucho mayor cuando entregas algo que realmente deseas porque cuando entregas algo que para ti no vale nada no deja ninguna huella…
Paso mucho tiempo para entender esto, sobre todo ahora cuando ya no hay rencor ni heridas, a lo que voy es que cuando tienes algo por mucho tiempo, sabes que lo quieres que ha sido grato para ti, de mucha experiencia y momentos gratos, hay que saber y entender que cuando se termina es mejor dejarlo ir, por el amor o cariño que haya de por medio ya que si se va cuando aún hay amor la recompensa con el paso del tiempo será mucho más grande de lo que se dejó ir.
A cualquiera en su momento le cuesta entender, pero el tiempo a medida que fluye, trae y se lleva tantas cosas que vamos aprendiendo, y que no por perder o dejar que algo se valla va a ser lo último que vivamos porque por más que nos esforcemos retener algo a nuestro lado lo único que lograremos es que termine roto o gastado, por eso debemos saber que la forma más inteligente no es decir adiós sino, hasta pronto, por que así quedará un espacio clasificado para nuestros presentes no muy lejanos, dejando siempre una ventana abierta a nuestra suerte que nosotros mismos manejamos.

lo post y lo posible

Esperar a que sucedan las cosas o salir a buscarlas… lo cierto es que de cualquiera de las dos formas suceden unas con mayor poder de retención, otras solo fueron ni malas ni buenas por que tan solo son y nada más.
Dentro de cada suceso que vivimos hay muchas cosas y personas que aparecen y desaparecen, dependiendo de cuan importante sean en su momento. Hace algunas semanas me di un “descanso” volví a mi ciudad natal y pude ver que a pesar de todas las cosas que nos sucedan siempre volvemos a nuestro centro, lo vi de aquella forma por que hay cosas de las que podemos correr toda la vida, pero de alguna u otra manera vuelven a intrometerse en nuestros caminos, si, ese pasado que algunos solemos ocultar o mantener de una forma un poco egoísta, solo para uno.

Al estar en casa, con la maravillosa chimenea, un grupo de buenos amigos y ese vino infaltable y por que no, a veces hasta un tequila que trae sorpresas y gente del pasado, no lo digo como si fuera malo si no al contrario te incentiva a saber por que las personas aparecen y desaparecen, será que después de haber estado tanto tiempo encasillada en una relación y al salir de ello descubres el mundo lo post a… abres los ojos miras y te das cuenta que hay mas gente, ambientes que jamás te imaginaste sin esa persona, pero al despertar sabes y descubres que solo era una inmadures que por las circunstancias debías vivir esa experiencia para dar paso a muchas más donde estas personas que siempre estuvieron, pero no vistes y se encargan de tomar el ritmo que alguna vez no tuviste o viviste pero casualmente se había formateado de tu memoria frágil, tan frágil que sólo retiene lo que te conviene. Yo la verdad muchas veces lo he intentado y no solo eso sino que lo practico continuamente, las cosas que más me convienen las transformo y aplico a mi vida y las que no sirven no las desecho, las reciclo para alguna ocasión donde puede usarla. Nadia siempre fue uno de mis grandes pilares en conjunto a nuestras experiencias juntas y creo que no he visto forma más bella de amar como lo hizo ella, ser madre no es fácil, menos si tienes que rehacer tu vida personal, tener a la persona que quieres cerca y no tener el valor para poder susurrarle al oído esas sensaciones cada vez que la noche los reunía, callar solo para disfrutar de su presencia en la que solo nombraba a su pareja, ella conteniendo las palabras y dejando en aquel bar que sus sentimientos sigan el curso de la felicidad de él, solo diciendo que lo ama, pero por aquel amor prefiere dejarlo ser feliz.
¿No es acaso el mayor ejemplo de amor sincero? Limpio, natural… creo que entre el post y lo posible la gran mayoría de la gente aun no lo conoce, no se ha vivido suficiente ni se vivirá como para saber y sentir todas las experiencias que nos nutren y destruyen para volver a nacer día a día y ver que el post y lo posible de cada uno nace, crece gira a la vuelta de la esquina, muere y vuelve a nacer.










Dedicado a mi querida amiga Nadia y su eterna esperanza puesta en el destino…